Contáctanos Síguenos
Suscríbete
Volumen 12, número 2
May / Jun 2014 . vol. 12 / núm. 2

Cambio en la estructura de los modelos de sociedad de I+D

Las compañías farmacéuticas está adoptando estrategias de sociedad de “elección múltiple” para cumplir los retos de la I+D actual utilizando múltiples estrategias para manejar la innovación y seguir siendo competitivos, en lugar de enfocarse principalmente en el desarrollo interno. Los autores describen la variedad de modelos de sociedad, disponibles para los fabricantes farmacéuticos.

Por Benjamin K. Gill

INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO

Benjamin K. Gill y Jim Prutow

Las compañías farmacéuticas está adoptando estrategias de sociedad de “elección múltiple” para cumplir los retos de la I+D actual -utilizando múltiples estrategias para manejar la innovación y seguir siendo competitivos, en lugar de enfocarse principalmente en el desarrollo interno. Los autores describen la variedad de modelos de sociedad, disponibles para los fabricantes farmacéuticos.

Hay una revolución en camino en la industria biofarmacéutica ya que enfrenta presiones globales económicas y demográficas, generando expectativas en el cliente, y nuevos modelos de desarrollo clínico. Al mismo tiempo, llaman la atención las oportunidades de crecimiento de los mercados emergentes. I+D está a la vanguardia de esta revolución. De hecho, alrededor del 35% de las compañías de ciencias de la vida han modernizado sus modelos de I+D en los últimos tres años, de acuerdo a la investigación del Instituto de Investigación de Salud (HRI) de PricewaterhouseCoopers (PwC).

La industria farmacéutica, ya entre las industrias más intensas en investigación, enfrenta un inmenso desafío para desarrollar una corriente constante de nuevos productos rentables. Miles de compuestos farmacéuticos están en alguna fase del estudio clínico actualmente. No existe garantía, sin embargo, de que los comparativamente pocos compuestos que se lancen ganarán lo suficiente para contrarrestar las ventas perdidas de las caducidades de patentes.

Adicionalmente, las compañías ahora tienen que factorizar en el desarrollo terapéutico junto con el desarrollo de biomarcadores/diagnóstico acompañante para la mayoría de los nuevos productos. Para las compañías farmacéuticas, la ventaja en asociarse con compañías de diagnósticos puede reflejar que más fármacos requieren o se benefician de tener un diagnóstico acompañante. En muchos casos, la propia compañía farmacéutica no tiene la pericia en diagnósticos, incluyendo el desarrollo de diagnósticos y el camino regulatorio necesario al ser diferentes de los farmacéuticos.

Abriendo la puerta a nuevas sociedades
Las compañías están confrontando este desafío haciendo un cambio en los modelos de I+D para estar más externamente centradas para compartir costos y riesgo. Ellas están cambiando la manera en la que realizan la I+D, no sólo reconfigurando las operaciones existentes, sino también viendo hacia afuera para nuevas alianzas prometedoras que ayudarán a impulsar las capacidades y a reabastecer la vía de información más rápidamente. Las sociedades con centros médicos académicos (AMCs) y los terceros, como las organizaciones de investigación por contrato (CROs), son las dos más comunes, aparte de los contratos gubernamentales. En este nuevo entorno presionante, los competidores tradicionales se han unido para hacer frente a los desafíos de investigación y desarrollo compartidos. Los consorcios, las alianzas con fundaciones y la colaboración abierta distribuida están entre los nuevos enfoques. Bien hechas, estas relaciones complementan la I+D interna y le permiten a las compañías compartir tanto el riesgo como la recompensa con los socios externos.

Según se muestra en la Figura 1, alrededor del 29% de las compañías tienen uno o más socios, con otro 27% reportando que tienen al menos un socio de investigación corporativo o un consorcio, y el 31% tiene sociedades con los AMCs.



Modelos de sociedad actuales
Predominan cinco modelos de sociedad: Consorcios, alianzas, CROs, relaciones AMC, y colaboración abierta.

Consorcios.
 A veces la necesidad de confrontar los problemas básicos puede justificar la colaboración, o una alianza pre-competitiva, entre las empresas que habitualmente compiten. La industria de semiconductores creó SEMATECH, un consorcio sin fines de lucro, para afrontar los retos de manufactura compartidos. El sector farmacéutico parece estar dando pasos similares. En 2012, 10 grandes fabricantes de fármacos formaron un consorcio, TransCelerate, para reducir los costos del desarrollo de fármacos e intercambiar ideas sobre la estandarización de métodos de descubrimiento y desarrollo. TransCelerate tiene una agenda ambiciosa para desarrollar estándares de datos clínicos y una metodología de monitoreo basada en el riesgo, designada para satisfacer la guía de la FDA para estudios clínicos (1).

Boehringer Ingelheim y Eli Lilly asumieron el reto de apego al medicamento uniéndose para involucrar pacientes con My Well Planner, un programa lanzado en 2012 que está dirigido a los pacientes con diabetes Tipo 2. Con base en el esquema del cambio conductual, éste ofrece información personalizada que se ajusta al uso del paciente. El programa le permite a los pacientes con diabetes Tipo 2 a asociarse con los clínicos para establecer objetivos modestos de estilo de vida a su propio ritmo, y construyendo para objetivos mayores. Un mecanismo de puntuación le da al paciente un sentido de logro y momento más que si sólo indicara el cumplimiento (2).

Crea una cuenta o inicia sesión para leer todo el contenido, ¡es gratis!