El impacto del Acta de Cuidado Costeable sobre la innovación en Biofarmacéuticos

El panorama cambiante de la salud en EEUU
Los costos asociados con la salud en EEUU representan una parte significativa del pastel económico. Unos cuantos hechos clave: En 2010, EEUU gastó $2.6 trillones de dólares en salud o un promedio de $8402 dólares por persona, la participación del producto interno bruto (PIB) dedicada a la salud se ha incrementado desde 7.2% en 1970 a 17.9% en 2009 y 2010, y los costos de salud per capita han crecido en promedio 2.4 puntos porcentuales más rápido que el PIB desde 1970 (1). A pesar de este incremento en el gasto, la expectativa del promedio de vida de los estadounidenses y la eficiencia del sistema de salud de EEUU están clasificados cerca de los últimos lugares de la lista de países con economías avanzadas (2). Estos incrementos en el costo tienen un efecto significativo en los individuos, los hogares y los negocios.

El problema no es completamente un problema de salud; es un problema económico mucho más grande. De acuerdo a un estudio de Rand, las mayores contribuciones familiares a la salud absorbieron casi la mitad del crecimiento en EEUU de ingresos antes de impuestos desde 1999 hasta 2009 (3). Howard Shultz, CEO de Starbucks, ha sido citado diciendo que su compañía gasta más en salud de lo que lo hace con los granos de café. El problema es claro: el gasto en salud está afectando la economía de EEUU y debe haber una solución.

El Acta de Protección de Patente y Cuidado Costeable (PPACA), también conocida como el Acta de Cuidado Costeable (ACA) u “Obamacuidado” (Obamacare en el original), tiene un número de provisiones cocinadas en las que se propone abordar el costo y la eficiencia en el cuidado de la salud. El ACA, por ejemplo, incluye la demostración e implementación de nuevos modelos de pago y entrega de cuidados para los pacientes de Medicare (p.ej., organizaciones de cuidado responsable [ACOs]), provisiones para coordinar mejor el cuidado para personas doblemente elegibles para Medicare y Medicaid, reducciones en los pagos a Medicare y nuevas regulaciones (p.ej., divulgación y transparencia) y nuevas instituciones (es decir, intercambios), A pesar de estos intentos en reducción del costo, el gasto en salud en EEUU todavía está proyectado para incrementarse más rápido que el ingreso nacional para el futuro previsible (1).

En el ambiente de la pre-reforma de salud, los fármacos y dispositivos estaban generalmente valorados en una prima basada en la mejora modesta, cada vez mayor en las características y beneficios (es decir, duración de la acción del fármaco). Una creencia fundamental dentro de la industria ha sido que el sistema de precios iguala a la innovación en salud. Finalmente en el mundo constreñido del costo hoy día, un precio especial sin valor económico y clínico demostrado es justo un factor de costo, y los factores del costo están siendo dirigidos con intensidad cada vez mayor por los pagadores, los proveedores y los pacientes. Como el riesgo se ha cambiado de los pagadores a los sistemas de proveedores y consumidores (pacientes), la necesidad de demostrar la rentabilidad de los productos se convierte en un requisito central para el acceso al mercado hoy y en el futuro.

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