Resurgimiento de la Manufactura de Vacunas
Los fabricantes de fármacos incuban nuevos paradigmas de la manufactura en el despertar de la pandemia de influenza H1N1 en el 2009.
Michelle Hoffman
Los fabricantes de fármacos incuban nuevos paradigmas de la manufactura en el despertar de la pandemia de influenza H1N1 en el 2009.
Hace no mucho tiempo, el desarrollo y la manufactura de vacunas era algo así como un lugar remoto en la IyD farmacéutico y en los programas de manufactura. Ahora, de repente, está a la cabeza. Después de todo, el programa de vacunas de Wyeth (Madison, NJ) fue uno de los atractivos que lo hicieron un blanco para la adquisición por parte de Pfizer (Nueva York). Lo que es más, varios reportes de los analistas colocan a las vacunas como el sector de crecimiento más alto de los programas biofarmacéuticos. ¿Qué sucedió finalmente para catapultar a las vacunas al centro de atención?
Unas cuantas cosas. El brote en los años recientes de dos cepas extendidas y potencialmente fatales de gripe elevó a la influenza de ser una inconveniencia médica a una emergencia de salud pública. Segundo, los retardos bien publicitados en la producción de vacunas contra la cepa pandémica H1N1 en el 2009 resaltó la ineficiencia del paradigma tradicional de manufactura para responder a brotes súbitos a gran escala de la influenza. Ambos eventos pusieron nuevas presiones sobre los fabricantes para encontrar nuevos métodos, más responsivos, más escalables para la producción de vacunas.
Por cierto, justo este pasado agosto, el Consejo de Consultores sobre Ciencia y Tecnología del Presidente (PCAST) emitió un reporte al presidente sobre las maneras de reconstruir la empresa completa de manufactura de vacunas para la influenza para cumplir los desafíos de un brote pandémico de influenza. Al mismo tiempo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) emitió un reporte que describe cómo podrían trabajar juntos el gobierno y la industria para afrontar la influenza pandémica, y de acuerdo a una reciente sesión informativa de prensa por la Secretaria Kathleen Sebelius, del HHS, la administración de Obama propuso una estrategia de $2,000 mdd para crear un sistema más “ágil y flexible” para responder a los nuevos patógenos (ver el Washington Report).