Aprovechamiento máximo de las auditorías internas

 Si se diseñan e implementan apropiadamente, las auditorías internas pueden proporcionar información valiosa que puede usarse para prevenir problemas antes de que se conviertan en preocupaciones de cumplimiento durante una inspección reglamentaria. Los problemas pueden ser identificados y corregidos antes de que las auditorías regulatorias o clientes actuales/potenciales los identifiquen. Si esos problemas no se pueden remediar completamente antes de una auditoria externa, se debe establecer un plan para corregirlos y se debe realizar la acción para mitigarlos. Teniendo las acciones correctivas en su lugar antes de que otros las identifiquen el problema puede disminuir el impacto de la observación e inspirar confianza en que tu sistema de calidad está bajo control y hay un proceso en el lugar para la mejora continua. Además, la auditoría interna se puede usar para entrenar al personal y comunicar información valiosa a la organización.

El objetivo de una auditoría interna no es pretender ser la autoridad reguladora y presentarse sin previo aviso, sino trabajar en cooperación con sus colegas para identificar y resolver posibles problemas. Un programa efectivo establece una asociación entre la función de auditoría y los departamentos auditados. La orientación ideal de una auditoría interna debe ser una actividad de equipo que sea instructiva, informativa, abierta, honesta e inclusiva. Hay varios factores que ayudan a contribuir para establecer esta orientación. Una manera de establecer la orientación apropiada es publicar el calendario de auditoría con antelación y asegurarse de que las áreas funcionales estén informadas del programa. La auditoría por si misma deberá ser pensada con antelación y de alcance ilimitado. Los auditores deberán trabajar con el área funcional y hablar con tantos empleados como sea posible para identificar los problemas de preocupación.

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