Nuevo año, nuevas preguntas
Los profesionales de la industria Bio/Farmacéutica se encargan de las expectativas en medio de la incertidumbre en la industria.
DEL EDITOR
Rita Peters
Los profesionales de la industria Bio/Farmacéutica se encargan de las expectativas en medio de la incertidumbre en la industria.
En el primer año de la administración Trump, las personas han aprendido a esperar lo inesperado. Las órdenes ejecutivas y las declaraciones de políticas emitidas por la administración en los primeros meses de 2017 a veces eran contradictorias y estaban en conflicto con las operaciones bio/farmacéuticas.
El presidente Trump prometió simplificar las aprobaciones de la FDA, promover reformas basadas en el mercado para crear competencia y bajar los precios de los medicamentos, así como recortar las regulaciones. Sin embargo, una disminución temporal de contrataciones retrasó que la FDA llenara cientos de puestos necesarios para cumplir los objetivos de la agencia. La agenda de la administración para trasladar la fabricación de medicamentos a los Estados Unidos desde lugares más baratos en el exterior, contradijo el objetivo de reducir los precios de los medicamentos (1). Una orden para frenar la inmigración desde ciertas regiones generó preocupación por las restricciones a los investigadores nacidos en el extranjero que trabajan en E.U.A. (2).
La confirmación de Scott Gottlieb como comisionado de la FDA proporcionó cierta estabilidad para la agencia, al igual que la renovación de los programas de precios para los usuarios. La reducción de impuestos corporativos a fines de 2017 prometió más opciones financieras para las compañías bio/farmacéuticas.
La incertidumbre en torno a la reforma de salud y la financiación de atención médica y programas de salud infantil, se prolongaron al comienzo de 2018. La amenaza de escasez de medicamentos continuó a medida que Puerto Rico, una importante región de fabricación de productos farmacéuticos, luchaba por recuperarse de los efectos del huracán María (3).