Pasando a la siguiente fase
A medida que los cubre bocas comienzan a dejar de usarse, continúa la batalla de la industria bio/farmacéutica contra COVID-19.
DEL EDITOR
Rita Peters
A medida que los cubre bocas comienzan a dejar de usarse, continúa la batalla de la industria bio/farmacéutica contra COVID-19.
Con algunos indicadores que muestran que las vacunas están ayudando a aliviar el número de infecciones por COVID-19 en algunas regiones, muchas personas se preguntan cuándo podrán reanudar las actividades que antes eran rutinarias. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de E.U.A. intentaron responder algunas preguntas sobre cuándo es seguro dejar de usar un cubre bocas para situaciones sociales comunes en una guía del 27 de abril de 2021 para personas completamente vacunadas (1). El mensaje subyacente: si está completamente vacunado puede participar en actividades más normales sin usar una máscara en comparación con las personas que no han sido vacunadas.
En los Estados Unidos, el frenesí inicial para asegurar una vacuna contra COVID-19 se calmó a medida que la producción de vacunas aumentó para satisfacer la demanda; a fines de abril de 2021, casi el 30% de la población adulta de E.U.A. estaba completamente vacunada (2). La siguiente preocupación es convencer a los que dudan de la vacuna de que los riesgos de no vacunarse superan con creces los posibles efectos secundarios de la inyección. Una señal positiva es que a medida que se vacuna a más personas, más personas que tienen un enfoque de “esperar y ver qué pasa” hacen fila para vacunarse. Sin embargo, un grupo persistente de aproximadamente el 20% dijo que recibiría la vacuna solo si fuera necesario o no recibiría la vacuna (3).
Varios modelos estadísticos sugieren que la cantidad combinada de adultos vacunados y personas con alguna inmunidad debido a la exposición al virus puede significar que la inmunidad colectiva está al alcance de los E.U.A. También hay advertencias de que la nación puede avanzar y retroceder sobre este umbral crucial si no se vacuna a un número suficiente de personas.
El COVID-19 seguirá siendo el foco de la I&D de la industria bio/farmacéutica en el futuro previsible.
Sin embargo, con el virus arrasando en puntos críticos como India y Brasil, no se vislumbra un final rápido de la pandemia. Las variantes en evolución amenazan con retrasar los avances realizados hasta ahora. Algunos pacientes tienen efectos persistentes y, a veces, debilitantes del COVID-19. La tarea de los profesionales de la salud y los investigadores farmacéuticos de controlar la pandemia y administrar nuevos tratamientos aún no ha terminado.