Excipientes para una formulación exitosa
Los excipientes juegan un papel crucial en la fabricación de formas farmacéuticas sólidas y en el desempeño del producto farmacéutico terminado.
TEMA DE PORTADA
PhD Adeline Siew
Los excipientes juegan un papel crucial en la fabricación de formas farmacéuticas sólidas y en el desempeño del producto farmacéutico terminado.
Los excipientes son típicamente los componentes principales de una forma farmacéutica sólida. Estas sustancias no activas tienen papeles bien definidos en el desarrollo de tabletas y cápsulas y se incluyen dentro de la formulación por una serie de razones tales como facilitar el proceso de fabricación o para añadir funcionalidad a la formulación.
Excipientes para el proceso
Por funcionalidad, los excipientes se pueden dividir en varias categorías de procesamiento que además son amplias, señala Paul Skultety, vicepresidente de Pharmaceutical Development Services en Xcelience, una división de Capsugel. Los agentes de carga tales como lactosa, fosfato de calcio dibásico o celulosa microcristalina se utilizan para hacer que la forma farmacéutica sea más grande en tamaño, dice, en primer lugar, para que sea más fácil fabricar, y en segundo lugar, para lograr un peso de tableta práctico que permita al paciente manejarla. El peso mínimo de una tableta es típicamente de aproximadamente 50 mg.
Se incluyen agentes aglutinantes tales como almidón pregelatinizado, celulosa microcristalina y diversos polímeros para facilitar la etapa de granulación. Los aglutinantes mantienen los gránulos juntos, haciendo que los polvos sean más fáciles de comprimir. Los deslizantes (por ejemplo, sílice coloidal) favorecen el flujo de polvo reduciendo la fricción y la cohesión interparticular, permitiendo que el polvo fluya mejor en la tolva y una vez que se llene la tableta o cápsula, el flujo se detenga. Una buena fluidez del polvo a granel es esencial en el procesamiento a alta velocidad y reduce problemas asociados con la uniformidad del contenido, lo cual puede ocurrir si los polvos no fluyen uniformemente, explica Skultety. Los lubricantes, tales como estearato de magnesio o ácido esteárico, se usan a menudo en combinación con deslizantes para reducir la pegajosidad de los polvos. Los lubricantes evitan el pegado de los gránulos o polvos a los troqueles o punzones durante la compresión.
También se incluyen excipientes para proteger al API. Antioxidantes como el ácido ascórbico, hidroxianisol butilado (BHA, por sus siglas en inglés), e hidroxitolueno butilado (BHT, por sus siglas en inglés) se utilizan con compuestos que pueden ser susceptibles a oxidación, dice Skultety. En los casos en que es necesario controlar el pH del entorno local, se pueden añadir modificadores de pH tales como ácido cítrico o acetato de sodio. Estos agentes pueden ayudar si la solubilidad o la estabilidad son mejores en un cierto rango de pH, explica. Pueden añadirse agentes humectantes tales como polisorbatos o laurilsulfato de sodio para ayudar a humedecer al API y conseguir que se solubilice más rápidamente.
Compresión directa
En los últimos años, el término "excipiente funcional" se ha utilizado con más frecuencia para describir un excipiente que puede proporcionar una función o calidad añadida por encima de los excipientes "convencionales", observa Rob Harris, director técnico de Juniper Pharma Services. Por ejemplo, el flujo de polvo para formulaciones de compresión directa puede mejorarse con la inclusión de celulosa microcristalina silicificada coprocesada, dice.
De acuerdo con Andrew Bulpin, jefe de Soluciones de Proceso de Marketing Estratégico e Innovación en MilliporeSigma, una tendencia en curso en la industria está dirigida hacia la compresión directa para formas farmacéuticas sólidas orales y reducir así la complejidad del proceso. Como resultado, existen requisitos específicos con respecto a la estructura de partícula del excipiente que los fabricantes de excipientes tienen que evaluar. La celulosa microcristalina silicificada (Prosolv SMCC, por sus siglas en inglés) de JRS Pharma es una combinación única de celulosa microcristalina (MCC, por sus siglas en inglés) y dióxido de silicio coloidal (CSD, por sus siglas en inglés). Este excipiente funcional se desarrolló para tratar problemas comunes causados por aglutinantes convencionales tales como baja densidad aparente, mal flujo, pérdida de compatibilidad, pegajosidad y sensibilidad a los lubricantes (1). Según el fabricante de excipientes, el proceso de producción de Prosolv SMCC conduce a una distribución homogénea y mucho más fina del tamaño de partícula del CSD. Como resultado, el área superficial se incrementa lo que permite una mejor fluidez y compactibilidad para posteriormente mejorar la uniformidad del contenido y la estabilidad de la formulación. Puede utilizarse para compresión directa, en la que se reduce el número de excipientes y niveles de uso requeridos (1).